Alto de Bustellán
-por Cruz de Ayones-


Aunque parezca mentira el alto de Bustellán permanece inédito, aún, en la competición profesional. Ni la Vuelta a Asturias ni la Vuelta a España han programado nunca este puerto de montaña del occidente asturiano en sus recorridos. Habría que remontarse, sí, a la ronda a los Valles Mineros, desaparecida ya en 1997, para encontrar un paso por su ascensión "hermana", Casa del Puerto (distan dos kilómetros y se pueden conectar por la cima), pero Bustellán no,  aún no ha tenido oportunidad.
De este puerto podríamos estar hablando varias horas debido a la gran cantidad de vertientes con las que cuenta. Hace dos años lo incluímos conjuntamente con Casa del Puerto (ascendido por el Rodical), pero faltaba subirlo desde el norte, desde alguna cara de las del norte. Y, claro, tentados por las circunstancias no nos pudimos resistir: lo subimos por la vertiente más dura, la que partiendo de El Pontigón, alcanza Ayones y, ya allí, toma una carretera que se dirige al lugar denominado Cruz de Ayones, lugar así conocido por los vecinos de Los Corros (gracias David García). Después entronca con la carretera proveniente de Los Corros y, posteriormente, con la "general" (que viene de Fastias y que antes, en Ayones, habremos dejado atrás).
Para encontrar esta vertiente debemos situarnos en la carretera N-634, en la localidad de El Pontigón y allí tomar una carretera que nos indica Ayones y Tineo. Primeros metros en bajada, hasta el puente sobre el río Orio, para arrancar, ahora sí, el puerto en sí que tiene, como otros colosos del ciclismo como San Lorenzo o Joux Plane, poco más de 11 kilómetros. La primera parte es bastante estrecha, muy sombría, pero rápidamente la carretera se ensancha y la subida se vuelve, por así decirlo, "monótona": durante cinco kilómetros, hasta Ayones, apenas hay variaciones en las rampas, manteniéndose en torno al 8-9% con algunos "picos", muy leves, al 12-13%. Una zona que, salvando las distancias, recuerda a esa primera parte de Cobertoria, repetitiva, aunque menos dureza. Es el tramo que le da entidad, mucha entidad, a esta vertiente, puesto que las otras son mucho más irregulares o suaves.
Alcanzamos Ayones cuando llevamos poco más de 5 kilómetros, continuando por la carretera autonómica por la que transitábamos y dejando la que a Los Corros (la que en mente teníamos como vertiente más dura...). Rampón al 14% y, a la salida de Ayones, que nos encontramos con un desvío, a la izquierda sin indicaciones. Tomamos esa carretera que durante dos kilómetros incrementará la dureza notablemente... Se suceden ahora los rampones, aunque no muy bruscos (la máxima llega al 18%), siendo destacable la regularidad del tramo, muy abierto, por cierto (ojo, que en verano puede convertirse en un infierno de ascenso). Un kilómetro entero a más de un 13% por una carretera impecable que coronaremos antes de salir al cruce con la que proviene de Los Corros. Viene ahora un corto tramo de bajada, antes de acometer más rampas duras y alcanzar otro cruce más: el de la carretera autonómica que habíamos dejado antes. Desde ahí, poco más de dos kilómetros de cierta dureza pero que irán perdiendo intensidad a medida que nos aproximemos a la cima. Eso sí, con el desgaste anterior y el fuerte viento que sopla en esta zona (estamos en un parque eólico), las dificultades se incrementan.
Coronamos el alto de Bustellán tras 11,2 kilómetros de ascenso desde el puente sobre el río Orio, salvando un desnivel sorprendente: casi 920 metros. Números que lo sitúan como uno de los más duros puertos de montaña de Asturias y que colocaría en el selecto grupo al que pertenecen los Cobertoria, San Lorenzo, Bustantigo o La Bobia.

Perfil de la ascensión:




Y ahora unas imágenes:




Aquí tienes la subida en Google Maps: