La ignorancia a veces nos lleva a pensar que hay lugares determinados donde no hay prácticamente nada. Uno de ellos seguramente sea Teruel, protagonista, durante mucho tiempo, de esa frase tan popular: ¡¡Teruel existe!! Y vaya si existe en cuanto a la alta montaña y a los puertos. Seguramente a muchos se os venga a la cabeza la subida a Valdelinares...pero poco más. Alguno, "rascando" un poco más llegara a Javalambre, que sonará más por aquello de la estación de esquí (como Valdelinares, también famosa por la llegada de la Vuelta a España en un par de ocasiones).
Pero hay más, bastante más...
Toda una joya casi desconocida es lo que vamos a ver en esta ocasión: el alto de San Cristobal. Para que la situeis os señalo que estamos en el centro de la provincia de Teruel, escorados casi en el límite con Castellón. Allí, en el desvío hacia Pitarque, que encontramos en la carretera A-1702, arranca la ascensión a este alto de San Cristobal, que en su primera fase seguirá casi paralela al río Pitarque. Serán kilómetros para admirar el paisaje, como podréis ver en las imágenes de abajo. Hasta que en torno al kilómetro 3,5 giramos a la derecha y abandonamos la carretera que unos 100-200 metros más adelante alcanza la localidad de Pitarque. A partir de ahí la dificultad aumenta, la carretera se ensancha y empiezan a sucederse varias "herraduras".
Rampas intermitentes que llegan al 12-13% por una carretera con algunas herraduras, pero aún poco en comparación con lo que se viene encima, que es de auténtico órdago. Porque los tres últimos kilómetros son una sucesión de rampones (que llegan hasta el 19%) y herraduras, bastantes, lo que convierte a esta ascensión en una de las más bellas y espectaculares de toda la provincia (si no la que más). El Alto de San Cristobal se corona, tras nueve kilómetros de ascenso, podemos decir, progresivo, con lo peor en esa parte final, a 1485 metros de altitud.
Este es el perfil de la ascensión:
Mapa de la subida en Google Maps: