Hace muchos meses, bueno, en realidad, años, buscaba el nombre el alto situado en la carretera que enlaza la subida a la Cobertoria con el alto del Cordal. Consultando mapas, foros, pidiendo información toponímica, resultó que el alto en cuestión se denominaba Cuchu Puercu o Collado Puerco, nombre que, sin duda, no era el más agraciado para una subida más que agraciada, en sus distintas vertientes. Puesto que siempre es "mejor" consultar a las fuentes orales, "los paisanos de los pueblos", un día del pasado mes de diciembre me encontré con un lugareño en el alto del Cordal, quien me comentó que el Cuchu Puercu se llamaba, en realidad, Espines de Foz...
Tenemos, por tanto, varias denominaciones para ese puerto: Espines de Foz, Cuchu Puercu, Collado Puerco, collado Cogochu, Mayéu Espines,... ¿Con cuál quedarse? Difícil respuesta. Si tomáramos como ejemplo Italia, a buen seguro con el nombre que dé más lustre. Me explico. Passo di Foppa y Passo di Fedaia son dos puertos italianos míticos en el Giro que pocos reconocen por ese nombre, el topónimo sin más. Estoy hablando del Mortirolo (Foppa) y Marmolada (Fedaia), lugares donde se han escrito brillantes historias ciclistas. Allí se mantiene la denominación oficial y la otra, la oficiosa.
Hace poco más de dos años hubo polémica con la denominación del Cuitu. El topónimo correcto es Cuitunigru; en la cafetería situada en dicha cima se dice Cueto Negro; en algunos mapas Cuitu Negru... En 1996, el reportaje de Mario Ruiz en Ciclismo a Fondo hablaba de la Gamonal, en tanto que 3 años después, cuando la subida se hizo famosa hubo que cambiarle el nombre por el de Angliru, debido a un pequeño lago en el que había "anguilas" ("anguiliru", de ahí su actual denominación). También cerca estaba el pico Gamonal, en mi opinión un nombre con más lustre que Angliru, pero...
Y toda esta introducción para hablar de una vertiente más del Cuchu Puercu, o Espines de Foz (sin duda, un nombre más bello para nuestros oídos), que no es más que aquella que parte de la capital del concejo (de Riosa) y, siguiendo por la carretera de Llamo y las minas de Texeo, utilizadas por los romanos para la extracción de cobre, alcanza, primero, la collada Argañosa, y, luego, dicho Cuchu Puercu.
Partimos de la carretera que, desde La Vega, nos conduce a Llamo, y ya en sus primeros compases tiene cierta dureza, con cuatro kilómetros en donde encontramos pendientes que alcanzan hasta el 12 y hasta el 17%. Un tramo realmente bello en el que remontamos el valle y que, para alcanzar Llamo, descenderá durante algo más de dos kilómetros. Y con la entrada en dicho pueblo se cierra la primera fase...
El paso por Llamo, buscando la pista hormigonada que se dirige al poblado minero de Rioseco y a las Minas de Texeo, es bastante estrecho. Hay que decir que encontraremos algún pequeño cartel (del Anillo Ciclista de la Montaña Central) indicándonos la dirección correcta hacia Texeo. Y tras un breve tramo de descenso, alcanzamos un puente y nos tropezamos "de golpe" con una rampa casi inverosímil que bien puede dejarnos absolutamente clavados si nos hemos sido precavidos para entrar en la misma con el desarrollo adecuado (todo lo que tengamos), la concentración necesaria y toda la fuerza en las piernas. Hasta un 29% se alcanza en esa zona... Sí, habéis leído bien, hasta un 29%, pero tranquilos que llegará un "descanso" al 25% y al 18%. Durante medio kilómetro la media oscila entre el 15 y el 16%, suavizándose por momentos en pequeños tramos de 30, 40 metros. Y así hasta que llegamos al poblado de Rioseco, finaliza el hormigón y dejamos por momentos los rampones. Valdrá la pena leer el panel que nos habla del poblado (reproducido más abajo) y prepararse para la tercera fase, de tierra.
La tercera parte de la ascensión arranca con brusquedad, con pendientes que alcanzan el 27%, y servirá para alejarnos rápidamente del poblado y buscar la collada Argañosa a través de una pista que transita escondida entre la arboleda. ¿Ciclable para flaca? Yo diría que no, puesto que, a las increibles pendientes ya encontradas, se suman las zonas pedregosas y de barro a lo largo de estos dos kilómetros que van desde Texeo hasta la collada Argañosa, cuando salimos de nuevo al asfalto. Será la cuarta y definitiva parte de esta vertiente del Cuchu Puercu...
Pues
bien, dicha cuarta fase será, como ya hemos dicho, sobre asfalto, y en
la zona con pendientes más violentas del Cuchu Puercu. Rampas al 16, al
17 y al 19%, con vistas sublimes, no ya sólo del Cordal o de la
Soterraña, sino también de Rioseco, del Monsacro, del Angliru, de
Espines, del Picu Polio... Cuchu Puercu, o Espines de Foz (sí, suena
mejor, verdaderamente), es todo un regalo para la vista, aunque
superarlo ya es otra cosa. Sólo el último medio kilómetro, encerrado en
el desfiladero que permite abrirse paso hacia la Cobertoria, dejará
respirar.
Esta
vertiente tiene casi 13 kilómetros al 5,7%, engañosa pues son varias
las zonas de descenso que matizan dicha pendiente media, y un
coeficiente APM de 212.
Éste es el perfil de la ascensión: