Propuestas con Peña Hincada

 
Hace unos días veíamos en la web el reportaje del puerto de Peña Hincada, todo un clásico en la Vuelta a la Rioja durante muchos años, y que últimamente parece haber caído en el ostracismo en la competición profesional. La prueba riojana se ha reducido a un solo día en los últimos tiempos, en tanto que la montaña de esta comunidad, habitual en los 80 y 90 en la Vuelta a España, con las llegadas a Valdezcaray y Cruz de la Demanda, no es frecuentada por la carrera.
¿Es un problema de falta de dureza? ¿Es un problema de acuerdo entre la administración y la organización de la carrera? En esos temas no vamos a entrar, porque cada uno ha de juzgar en función de lo que ocurre, de lo que ve: durante años se celebraron etapas en Logroño, en el formato de circuito... Todo dicho sobre esto, entonces. ¿Es de dureza entonces? Os dejo ahora unos ejemplos...


El puerto de Peña Hincada es muy duro, con una zona de aproximación irregular, arranque durillo (y escénico, con varias herraduras), luego bajada y terreno de pendiente incómoda hasta Brieva de Cameros, donde las pendientes se disparan hasta el 18% y el paisaje se vuelve realmente espectacular. Un muy buen puerto cercano a otros con los que hacer buenos enlazados.


En 2008, última ocasión en que se subió Peña Hincada en la Vuelta a la Rioja, se enlazó con La Rasa (imagen de la izquierda), en tanto que en 2007, también en la etapa Logroño-Logroño, fue el único ascenso del día (imagen derecha).


Más espectaculares fueron las jornadas de 2005 y 2006. En el primero, formando parte de un "diente de sierra" terrible en plena sierra de Cameros, pasando La Rasa, Sancho Leza, Montenegro, Peña Hincada, antes de culminar en la ascenso a la Ermita de Lomos de Orios. Una etapa de más de 3500 metros de desnivel, sobresaliente si tenemos en cuenta de que hablamos de una vuelta pequeña. En 2006 Peña Hincada antecedió a la Cruz de la Demanda (algo alejado, sí, pero sirvió como desgaste), aunque se subió por Ortigosa, vertiente más suave que la de Brieva.



Solo 168 kilómetros para acumular 3800 metros de desnivel en cinco ascensiones. El encadenado final debiera ser un clásico en la gran ronda española, con un puerto explosivo (Peña Hincada), un puerto largo (Santa Inés, con más de 20 de continua subida) y el precioso final en la Laguna Negra de Urbión.



Con poco más de 200 kilómetros, un recorrido con grandes puertos y un explosivo final, ascendiendo el Clavijo y el paso de Peña Hincada situado en la segunda parte del recorrido. Se acumulan hasta 3600 metros de desnivel.


Un recorrido similar a la anterior, pero culminando en el durísimo alto de Moncalvillo. Una etapa en la que se acumula un desnivel de hasta 4300 metros en 193 kilómetros.