39x28 ALTIMETRÍAS
Pozo
de las Mujeres Muertas -E-
La expresión "chocar contra un muro" se
utiliza en muchas ocasiones a la hora de hablar de algún puerto para
referirse a pendientes que, de golpe, nos sorprenden. Esa expresión
adquiere con el Pozo de las Mujeres Muertas por su vertiente este, la
que arranca de la Regla de Perandones, todo su significado. Durante más
de 18 kilómetros, remontando el valle del río Coto, iremos pensando que
nos han tomado el pelo con la dureza de este puerto...si no lo
conocemos, claro.
Arrancamos, como ya hemos dicho, de la localidad canguesa de La Regla de Perandones, tomando el desvío hacia San Antolín de Ibias y abandonando la carretera que se dirige al Rañadoiro (qué pena que los mandamases se cargaran este puerto y no tuvieran la visión de dejárnoslo, al menos, a los cicloturistas...) y a Villablino. La primera parte es un falso llano, casi siempre con tendencia ascendente, pasando Tremado de Coto, Vega del Horreo, Monasterio de Coto y varios pueblos más. Trayecto serpenteante, de puro desgaste, que endurece el puerto aún más, porque, quien más, quien menos, visto que ese casi llano, aprovechará para cargar más desarrollo... Pasada la localidad de Monasterio de Coto pensaremos que llega el "clímax", pero no, todavía otros dos kilómetros, hasta que bruscamente la pendiente crece y se sitúa en torno al 10-11% y la subida comienza a parecerse a San Lorenzo, o a Ancares o a la Cobertoria. Carretera ancha, paisaje abierto (cada vez más), rampas de dos dígitos y la sensación de no avanzar apenas.
Eso es el Pozo de las Mujeres Muertas durante sus últimos cuatro kilómetros por su cara este, vertiente que poco tiene que ver con las otras dos: la de Ibias y la del Valledor (que veíamos hace un tiempo por aquí).
El puerto culminará pasado el desvío al Valledor, si bien la carretera sigue subiendo hasta el alto de Valvaler (algo menos de un kilómetro a menos de un 3%). Nosotros hemos optado por marcar la altimetría hasta el Pozo de las Mujeres Muertas, más conocido por esta denominación.
Arrancamos, como ya hemos dicho, de la localidad canguesa de La Regla de Perandones, tomando el desvío hacia San Antolín de Ibias y abandonando la carretera que se dirige al Rañadoiro (qué pena que los mandamases se cargaran este puerto y no tuvieran la visión de dejárnoslo, al menos, a los cicloturistas...) y a Villablino. La primera parte es un falso llano, casi siempre con tendencia ascendente, pasando Tremado de Coto, Vega del Horreo, Monasterio de Coto y varios pueblos más. Trayecto serpenteante, de puro desgaste, que endurece el puerto aún más, porque, quien más, quien menos, visto que ese casi llano, aprovechará para cargar más desarrollo... Pasada la localidad de Monasterio de Coto pensaremos que llega el "clímax", pero no, todavía otros dos kilómetros, hasta que bruscamente la pendiente crece y se sitúa en torno al 10-11% y la subida comienza a parecerse a San Lorenzo, o a Ancares o a la Cobertoria. Carretera ancha, paisaje abierto (cada vez más), rampas de dos dígitos y la sensación de no avanzar apenas.
Eso es el Pozo de las Mujeres Muertas durante sus últimos cuatro kilómetros por su cara este, vertiente que poco tiene que ver con las otras dos: la de Ibias y la del Valledor (que veíamos hace un tiempo por aquí).
El puerto culminará pasado el desvío al Valledor, si bien la carretera sigue subiendo hasta el alto de Valvaler (algo menos de un kilómetro a menos de un 3%). Nosotros hemos optado por marcar la altimetría hasta el Pozo de las Mujeres Muertas, más conocido por esta denominación.
Perfil
de la subida:
Unas
fotos de la ascensión:
Como os podréis imaginar el Pozo de las
Mujeres Muertas permanece inédito en la Vuelta a España, pero sí ha
sido protagonista en alguna ocasión de la Vuelta a Asturias. Durante
varios años la etapa del Santuario del Acebo incluía los pasos de Pozo
y Connio:
Aquí
tienes la subida en Google Maps: