Collada Llomena, por San Juan de Beleño



La historia del oriente asturiano, en lo que a ascensiones ciclistas se refiere, está marcada, ante todo, por los Lagos de Covadonga y, en menor medida, por el Mirador del Fito. Subidas, ambas, utilizadas por competiciones como la Vuelta a España y la Vuelta a Asturias, además de protagonizar una Marcha Cicloturista que se encuentra entre las de más importancia del país (Lagos de Covadonga). Sin embargo la zona, el oriente, ofrece otras múltiples opciones entre las que destaca el grandioso puerto que hoy vamos a subir por su cara oeste: la collada Llomena.
Nos situamos en la localidad de Sellaño, al norte del concejo y tomamos dirección sur por la carretera AS-261 en busca de San Juan de Beleño. Primera parte más bien suave aunque casi siempre con tendencia ascendente y un terreno excavado entre la roca, un valle por el que transcurre el río que da nombre al municipio: Ponga. ¿Y de qué nos suena tanto este concejo? Sí, efectivamente, de esas dos ascensiones "enfrentadas" a Carangas y Taranes. La primera, de una exquisitez absoluta, dura y con grandes dosis de belleza, en tanto que la segunda es todo un desafío a la gravedad para cualquier ciclista que "ose" enfrentarse a ella. Alcanzamos el desvío a Sobrefoz (como vereis en la imagen), dejándolo a la derecha y iniciándose aquí la parte más seria del puerto: nueve kilómetros en donde las pendientes ya se sitúan por encima del 5% por una carretera en irregular estado en muchas zonas. San Juan de Beleño servirá para tomar un leve respiro antes de acometer la parte más dura del puerto, que arranca a la salida del pueblo en donde tomamos dirección Viego (por la derecha, en el mismo cruce, viene la carretera proveniente de Sobrefoz). La carretera se estrecha y se empiezan a suceder rampones sin descanso, herraduras y que irá concluyendo al alcanzar el desvío al Bosque de Peloños. A partir de aquí la ascensión irá decayendo poco a poco hasta unos metros finales casi de falso llano. Esta Collada Llomena se corona a 993 metros de altitud, constituyendo uno de los puertos más paso más contundentes del oriente asturiano y, por extensión, de Asturias. Un puerto que encadena, sin solución de continuidad, con la collada Mohandi y el puerto del Pontón, todo un enlazado de muchísimos kilates que combina dureza y belleza a raudales.

Este es el perfil de la ascensión:



Y ahora unas imágenes:



Mapa de la subida en Google Maps: