Muchas veces los organizadores de una ronda por etapas se rompen la cabeza para diseñar recorridos y encontrar etapas cada vez más espectaculares. Pues bien, aquí va otra muestra de lo muchísimo que se desaprovecha Asturias en términos ciclistas. Una corta etapa (sólo 133 kilómetros) con un diente de sierra final estratosférico configurado por los "pequeños colosos" de la Teyera y Rozamayor, dos subidas durísimas cuya pendiente media se sitúa en el 8,9%, en el primer caso, y en el 9,5% en el segundo.